Las doce horas en las que estuvo sentada, fueron eternas. Sólo un descanso corto para comer un trozo de pan, tomar un vaso de agua y hacer pis, mucho pis para aguantar hasta el final de la jornada. Pero a ella le parecía una hazaña que valía la pena. En el descanso, cada chica buscó […]