Torso (Museo del Vaticano) Piernas nunca tuvo. Perdió los brazos de mármol y la cabeza de mármol por avatares de los tiempos: naufragios, terremotos, vándalos. Sigue sindo hermoso, atlético de pectorales y de nalgas posado en su pedestal de granito. El pene de mármol se lo rebanó un cardenal con un martillito, […]